miércoles, 2 de abril de 2008

La pasta, Ingrid Quiñoa


Estaba don Macarrón riéndose sin parar,
cuando don Espagueti se empezó a liar.
Don Tenedor al llegar, enfadado parecía estar,
señor Macarrón se asustó y corrió sin cesar.

Deprisa, deprisa, a la boca nos quiere llevar.
Huye, huye veloz has de reaccionar.
No pares, no pares ràpido te has de esfumar.
Sigue, sigue si no al final te va a alcanzar.

A doña Carne Picada, se le oía cantar.
Su linda y dulze voz le pareció escuchar,
y don Tenedor un solo beso le quería dar.
Don Espagueti salvado parecía estar.

Un te quiero al oído le hizo susurrar.
Encantado parecía estar, pero sin pensar,
a doña Carne Picada, a la boca llevar.
Un simple pinchazo, a la muerte allar.

No hay comentarios: