
Estaba lechuguita en su nevera blanca,
al lado de su mejor amiga coliflór,
las dos tan contentas y fresquitas descansaban,
mientras tomatito y su zanahoria ablaban.
Un día inesperado la nevera habrieron,
y sin pensarlo a lechuguita recogieron.
Luego volvieron y cojieron a tomatito,
más tarde, otra vez, a coliflór cojieron.
Solo quedaba la zanahoria allí,
pero volvieron a cojer a zanahoria.
Fuera de la nevera se encontraron todos,
pero estaban troceados a cuadraditos.
Lechuguita y su mejor amiga coliflór,
tomatito y su zanahoria, a cachos.
Sus gran pequeñas vidas tambien.
¡Ya tenemos nuestra ensalada recien echa!
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